miércoles, 27 de marzo de 2013

Colombia en estático


1-. Farías fue capaz de evidenciar la primera gran falencia de esta Colombia de Pékerman: atacar muy en estático. Ayer, Pékerman por primera vez alineó un solo punta. 4-2-3-1 con James, Macnelly y Cuadrado en la línea de mediapuntas; Abel Aguilar y Edwin Valencia a sus espaldas, y en la zaga: Armero, Valdés, Perea y Zúñiga. Venezuela en 4-4-2 con Rondón como referencia del ataque vinotinto. La ausencia de Teófilo pesaría después.

2-. Venezuela sale a presionar muy arriba, propone un intercambio de golpes en el que los cafeteros probablemente se habrían dado gusto gracias a sus laterales de corte tan ofensivo. El partido se va desarrollando en ese escenario hasta que Venezuela marca, tras un error evitable de Amaranto, y un trallazo de Rondón. Entonces César Farías ordena a sus hombres repliegue. Dos líneas de cuatro muy juntas. Entre esas dos líneas de cuatro, Macnelly Torres se pierde, los venezolanos lo secan, desaparece.

3-. Sin Macnelly, Colombia pierde una pieza fundamental para la puesta en escena de su juego. Es entonces cuando James intenta multiplicarse, y Falcao baja a recibir. Esto genera problemas, pues todo termina en un atasco sin referencia en ataque. Teófilo Gutiérrez, con sus movimientos sin balón, hubiera aportado muchísimo para sacudir y desordenar a las líneas tan férreas de los locales. Además, 'Teo' es un pasador que cumple cuando se le exige.

4-. La circulación de balón en Colombia es constante, pero lenta y uniforme en cuanto a ritmo. Abel, quien a pesar de haber estado en líneas generales, bien, no apretó nunca el acelerador desde su rol de mariscal.  Hasta este punto, no aparece la figura de desequilibrio en Colombia: Cuadrado. Cíchero trabaja muy bien sobre él, y contenerlo como ningún otro lateral había logrado en las eliminatorias. Zúñiga está más mesurado en sus subidas, pues al otro lado del verde, Armero recorre el carril, y tira centros casi sin pensar. Por esto, los 2x1 en la banda derecha tricolor no fueron factor constante del partido.

5-. Pékerman intenta resolver cambiando a Cuadrado hacia la izquierda, pero ese no es su perfil favorito. Lo suyo es regate, línea de fondo y pase con su pierna natural o disparar cruzando al portero si es el caso. Juan Guillermo estaba fundido. El que fue el revulsivo, el arma secreta de José en estas eliminatorias, fue el primer sustituido.

6-. Los locales se sacuden y salen de vez en cuando. Al momento de su salida, Colombia está muy desorganizada en defensa y siente miedo, en especial en las pelotas quietas. Aparece Ospina en repetidas ocasiones, y las piernas de Valdés para evitar la catástrofe colombiana, además del júbilo de la tribuna local.

7-. Las sustituciones no le cambian la cara a Colombia, más allá de alguna jugada puntual, como el balón al larguero de Falcao tras un pase soberbio de Bacca casi con el exterior de su pie. James ya juega en zonas interiores por completo, e intenta mover y agitar con su zurda mágica. El partido prácticamente muere en la jugada en la que Rodríguez rompe las líneas de Venezuela con un pase a Bacca, y este dispara a las manos del portero. En ese momento, todos los asistentes del estadio confirman que el partido está en su bolsillo.

y 8-. El partido termina, y deja la sensación de que Colombia tiene mucho margen de mejora para atacar en estático, y para mover por dentro el balón cuando hay repliegue y presión a los interiores. La tricolor irá a Argentina a jugar un partido definitivo para ambas selecciones. Quien gane, estará a nada del Brasil 2014.

domingo, 24 de marzo de 2013

Cuadrado hiperactivo


1-. Juan Guillermo Cuadrado es un realizador de sueños. El buen momento de la selección Colombia está estrechamente relacionado con su calidad. Contra Bolivia, Cuadrado dio otra exhibición con la elástica tricolor. No sería descabellado decir que él, después de Messi, puede llegar a ser el jugador más desequilibrante (ojo, no el más decisivo, ni el más importante) de la eliminatoria.

2-. Contra Bolivia, sobre el papel, Juan Guillermo partiría como lateral derecho, y Macnelly en la mediapunta, desplazándose desde el perfil diestro hacia zonas interiores. Pékerman sabía, y lo dijo en rueda de prensa, que Bolivia saldría a protegerse, así que Colombia tendría que proponer. A sabiendas de ello, el técnico argentino salió con la formación más frágil defensivamente hablando que se le recuerda con Colombia, (defensa de tres, con Valencia incrustado entre los centrales)  pero con una gran capacidad de someter al rival.

3-. El ataque de Colombia desde el primer momento tiró hacia la derecha. Macnelly no anduvo cerca de la línea de cal derecha en casi todo el encuentro. Quien sí la ocupó prácticamente en su totalidad fue Cuadrado. Arrancaba en la jugada desde atrás y se ponía a la altura de los medios (James-Macnelly-Abel). A partir de ahí, la mayoría de los envíos iban hacia él. Con balón, o se iba de los rivales de manera insultante, o pasaba y corría al espacio. Todo tenía que ver con sus botas.

4-. Falcao fijando arriba, y Cuadrado era amenaza constante por banda. Colombia tenía espacio para transitar y mover por dentro el balón. De ahí vino la primera acción clara (anulada) en la que Macnelly mandó un pase soberbio por encima de la defensa y Teófilo la bajó para que 'el Tigre' rematara de cabeza, como más le gusta. Así transcrurriría el resto del encuentro.

5-. Con Macnelly por dentro, Pékerman decidió que Teófilo pasara a menudo por banda para no dejarla tan descubierta, y ahí Gutiérrez no va mal. Cae bien. El panorama ya estaba sentado. Bolivia no bajó los brazos, y se fue al descanso perdiendo 1-0, resultado que ofrece poca garantía. Una jugada aislada metería a los bolivianos de nuevo en el partido. Sin embargo, algo que se está volviendo rasgo distintivo de la Colombia de Pékerman es su agresividad y efectividad en las segundas partes.

6-. James no brilló en toda la primera parte por cuestiones de planteamiento. Se contenía mientras Cuadrado, desenfrenado, hacía diabluras. Pero en la segunda José le dio más soltura al 10, más libertad, a cambio de contener un poco más a Juan Guillermo, quien sin embargo, siguió eléctrico y peligroso. El dragón invitó a Abel Aguilar a la fiesta, y ambos se juntaron con Macnelly, que ya estaba hace tiempo comprometido con el circuito. Aguilar, James y Macnelly, perfectos en asociación se convirtieron en equilibristas, hilvanando jugadas plásticas en una baldosa.

7-. Con 3-0 en el marcador, Pékerman sacó a James, a Cuadrado y a Macnelly, ovacionados por el Metropolitano. Al banco se fueron los hombres de vértigo y clase, pero entró Pablo Armero, como siempre acelerado y dispuesto a comerse la banda. Y así lo hizo. En el poco tiempo que estuvo sobre el césped, controló casi en línea de fondo un pase de otro sustituto: Aldo Leao Ramírez. Armero centró en velocidad y Falcao no perdonó. 4-0 y el técnico argentino demostrando una vez más que no falla a la hora de sustituir jugadores.

8-. El partido perecía y se sentía un ambiente de satisfacción en el estadio. Otra goleada y una exhibición para la memoria colectiva de las futuras generaciones. Para ponerle la guinda, Aldo envió otro pase al espacio, Armero apareció como una exhalación, y picó el balón en solitario frente al portero para poner el quinto. Casi un calco del 2-0 de España a Italia en la final de la Euro, con definición distinta. Cuadrado, que se había marchado tocado, no dudó para ir a bailar con Armero, mostrando que le sobran energías. Es un hiperactivo, en todo el sentido del término.

y 9-. Colombia promete mucho. Está a las puertas del mundial y en Venezuela tendrá una prueba dura contra un equipo muy aplicado como el vinotinto. Que nadie se deje llevar por los tres goles que recibió de Argentina. Lo que sí es una certeza, es que Pékerman ha creado condiciones óptimas para una selección que combina estrellas y piezas correctas. Nadie puede pensar que Colombia no competirá, seguro.

Foto: El Tiempo.