jueves, 13 de septiembre de 2012

'Wonderboy'



Una de las preguntas recurrentes en el barcelonismo hoy, más que las surgidas en torno al supuesto bajo rendimiento de Cesc (cosa que considero una total sandez), es la siguiente: ¿Será que Alexis no es el gran jugador que todos creíamos? Puedo decir que sí lo es. Su potencial ha incrementado muchísimo desde que llegó al Camp Nou, pero el verdadero problema es su proceso de adaptación. Mermado por lesiones la temporada pasada, implícitamente, la afición le dio un "plazo" para demostrar. Sin embargo, habiéndose jugado cinco partidos esta temporada, el chileno aún no emerge. Si bien es cierto que aporta en buena medida al juego colectivo, no da lo que se espera de él. Ha ejercido de extremo izquierdo, derecho, y contadas ocasiones, de 9. Lo que llama la atención es su buen rendimiento jugando como 'ariete', pues ahí se siente un poco más libre, como aquella noche de diciembre en el Bernabéu, cuando fue un dolor de cabeza para la defensa blanca.

 El sistema del Barcelona se mueve en función de que Xavi, Iniesta y especialmente Messi, desplieguen su mejor juego. Alexis debe, así como Villa en su momento, encontrar su lugar en el engranaje y tomar mejor sus decisiones. Con un Pedrito al cien por cien, y un 'Guaje' en proceso de recuperación, Wonderboy tiene poco tiempo para hacerlo mejor. Casi siempre errado en la segunda decisión (como contra el Valencia), Alexis debe obsesionarse con el arco, pero que esa obsesión sea mesurada. Disparar ha ser su opción primaria. Pasar, la segunda. El problema está en saber cuándo hacerlo, y ahí es donde está fallando.

El 'messianismo' en el que está envueto este Barça es evidentemente un impedimento para él. Partiendo desde la banda se le nota a menudo incómodo, y una vez que se va de los rivales (cuando lo logra), se asemeja a un polluelo desamparado, sin saber qué hacer. "¿Busco a Messi? ¿Disparo? ¿Centro? ¿Qué hago?". Se necesita anarquía de parte de este jugador. Así como la que ejerce tiránicamente Messi, así como Iniesta es un electrón libre, justo así, Sánchez debe liberarse de esos interrogantes y hacer lo que le parezca, pues cuando lo ha hecho, le ha ido bien. No podría estar más convencido de que él efectivamente es el 'niño maravilla', pero sólo cuando alcance la autonomía que menciono, deslumbrará como todos queremos, con la regularidad que todos esperamos.

Suerte.

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